1 En cada esquina de las calles hay joyas tiradas en el suelo. El oro cambió; ¡cómo ha perdido su brillo!
2 Los ciudadanos de Sion tan valiosos que valían su peso en oro, pero ahora son considerados vasijas baratas hechas por un artesano ordinario.
3 Hasta las lobas amamantan a sus crías; dejan que se alimenten de su pecho. Pero la hija de mi pueblo se ha vuelto más cruel que el animal más salvaje del desierto.
4 La lengua de los bebés se pega a su paladar por lo sedientos que están. Los jóvenes piden pan, pero no hay nadie que se los ofrezca.