11 Pero si un sacerdote compra un esclavo con su propio dinero, este podrá comer de las ofrendas sagradas y cualquier esclavo nacido en la casa del sacerdote también podrá comer de esas ofrendas.
12 Si la hija de un sacerdote se casa con un hombre que no es de la familia sacerdotal, ella no podrá comer de las ofrendas.
13 Si la hija de un sacerdote queda viuda o se divorcia y no tiene hijos y regresa a la casa de su papá como en su juventud, ella podrá comer de la comida de su papá pero, fuera de eso, el que no sea de la familia sacerdotal no podrá comerla.
14 »Si alguien come accidentalmente de las ofrendas sagradas, entonces debe pagar lo que se comió más una quinta parte, y darle la suma total al sacerdote.
15 »Los sacerdotes deben tratar con respeto las ofrendas sagradas que los israelitas traen al SEÑOR
16 y no permitir que los israelitas carguen con la culpa al comer de las ofrendas sagradas, por lo cual tendrían que presentar un sacrificio de restitución, pues yo, el SEÑOR, los hago sagrados».
17 El SEÑOR le dijo a Moisés: