16 y no permitir que los israelitas carguen con la culpa al comer de las ofrendas sagradas, por lo cual tendrían que presentar un sacrificio de restitución, pues yo, el SEÑOR, los hago sagrados».
17 El SEÑOR le dijo a Moisés:
18 «Diles a Aarón y a sus hijos y a todo el pueblo de Israel que se puede dar el caso de que un israelita, o cualquier inmigrante que viva en Israel, ofrezca un sacrificio que debe quemarse completamente como cumplimiento de una promesa que le haya hecho al SEÑOR.
19 En ese caso, la ofrenda será aceptada a su favor siempre y cuando el animal del sacrificio sea un macho sin defecto, de ganado vacuno, ovino o caprino.
20 Ustedes no deben ofrecer ningún animal que tenga defecto físico porque ese sacrificio no contará a favor de ustedes.
21 »En caso de que alguien traiga al SEÑOR una ofrenda para festejar, como cumplimiento de una promesa o en forma voluntaria, tendrá que ser un toro o una oveja y para que le sea aceptado, el animal debe estar en perfecto estado, sin ningún defecto físico.
22 No le traigan al SEÑOR ningún animal que sea ciego, que esté lastimado, mutilado, que tenga llagas, sarna o cualquier otra enfermedad de la piel. Ningún animal en esas condiciones debe ser colocado en el altar como ofrenda que se quema al SEÑOR.