12 Que el SEÑOR saque de la nación de Jacob a los que hicieron eso, no importa las ofrendas que le traigan al SEÑOR Todopoderoso.
13 Además, ustedes cubren el altar del SEÑOR con lágrimas y lamentos porque a él no le agradan las ofrendas que le traen, ni las acepta.
14 Ustedes preguntan: «¿Por qué él no acepta nuestras ofrendas?» Porque el SEÑOR es testigo del pacto matrimonial que cada uno de ustedes hizo con la mujer de su juventud. Pero ustedes la traicionaron aunque era su fiel compañera y esposa legítima.
15 Nadie con un poco de inteligencia haría eso. ¿Qué sería lo más sensato? Buscar que sus hijos sean parte del pueblo de Dios, ser cuidadosos de sí mismos y ser fiel cada uno a la mujer de su juventud.
16 El SEÑOR, el Dios de Israel, dice que el que odia a su mujer y se divorcia de ella deja ver lo cruel que es, dice el SEÑOR Todopoderoso. Así que cuídese cada uno y no sean infieles».
17 El SEÑOR está cansado de sus palabras. Ustedes preguntan: «¿Por qué se cansó de escucharnos?» Porque está cansado de oírles decir que ante el SEÑOR los malos son buenos y que Dios se siente a gusto con ellos. Él también está harto de oírles preguntar: «¿Dónde está el Dios de justicia?»