6 La gente repite insistentemente: «No nos cansen con sus profecías; no profeticen acerca de esas calamidades. Nada malo nos sucederá».
7 Pueblo de Jacob, ¿se debe decir eso? No se ha agotado la paciencia del SEÑOR; mi promesa es hacerles el bien a los que llevan una vida recta.
8 Pero ustedes se alzan como enemigos en contra de mi pueblo. Ustedes les quitan la ropa a quienes pasan desprevenidos por su lado. Hacen el mal a quienes ni siquiera están pensando en la guerra.
9 Ustedes sacan de sus hogares a las mujeres de mi pueblo. A sus hijos les quitan la gloria que yo les di.
10 ¡Levántense y váyanse! Aquí no podrán quedarse a descansar. Debido a su impureza serán destruidos; sufrirán una ruina terrible.
11 Esta gente no quiere escucharme. Pero si un mentiroso viniera diciendo: «Les anunciaré de vino y alcohol», él sería su profeta.
12 Sí, yo los reuniré a todos ustedes, pueblo de Jacob. Yo reuniré a los sobrevivientes de Israel: los reuniré como ovejas en un redil. Como un rebaño en medio de la pradera, todos llenarán de ruido el lugar.