8 Hombre, si el SEÑOR ya te ha dicho lo que está bien. Él ya te ha dicho lo que quiere de ti: que seas justo, que te guste mostrar fiel amor y que vivas humildemente con tu Dios.
9 La voz del SEÑOR le habla a la ciudad. El que respeta tu nombre es sabio. Así que presten atención al castigo y al que lo decide.
10 «¿Aún quedan tesoros robados en la casa de los perversos? ¿Aún estafan a la gente usando canastos de medir en los que no cabe mucho?
11 ¿Creen que voy a perdonar a los que usan balanzas alteradas y medidas falsas?
12 Los ricos están llenos de violencia; sus habitantes son una partida de mentirosos y engañadores.
13 Voy a empezar a castigarte; te destruiré por tus pecados.
14 Comerás, pero no quedarás satisfecha. Te retorcerás en tu interior. Guardarás tus pertenencias, pero no podrás salvarlas, y lo que salves, lo entregaré a la espada.