3 La gente es hábil para hacer el mal con sus manos. El funcionario exige dinero y se soborna al juez. Los líderes importantes hacen las leyes a su conveniencia y todas ellas se cumplen.
4 Los mejores de ellos son como arbustos llenos de espinas. Los más honestos de ellos son peor que una planta torcida, cubierta de espinas. Se acerca el momento que anunciaron tus centinelas. Llegará pronto el día de la desgracia; los perversos serán presa de la confusión.
5 No creas en tu vecino, no confíes en tu amigo. Ten cuidado de lo que dices a tu esposa, incluso cuando la tengas abrazada.
6 El hijo despreciará al papá, la hija se rebelará contra la mamá, la nuera se pondrá en contra de su suegra y los enemigos de cada cual estarán dentro de su propia familia.
7 Pero yo estaré alerta, esperando al SEÑOR. Pacientemente esperaré en Dios mi Salvador; él me escuchará.
8 Que mis enemigos no se alegren. Aunque haya caído, me levantaré. Aunque ahora esté en medio de la oscuridad, el SEÑOR será mi luz.
9 Tengo que soportar la ira del SEÑOR porque pequé contra él. Él lanzará sus acusaciones en mi contra y hará justicia conmigo. Él me sacará a la luz y me hará justicia.