3 El SEÑOR no se enoja con facilidad, y también es muy fuerte. El SEÑOR no dejará sin castigo al culpable. Anda entre torbellinos y tormentas de arena; las nubes son el polvo de sus pies.
4 Regaña al mar y este se seca; hace evaporar todos los ríos. El Basán y el Carmelo se resecan; las flores del Líbano se marchitan.
5 Ante él tiemblan las montañas y se derriten los montes. El mundo entero y cada uno de los que lo habitan tiemblan ante él.
6 ¿Quién podrá enfrentársele cuando se enfurezca? ¿Quién podrá soportar el calor de su furia? Su ira se esparce como el fuego y hasta las rocas son destruidas a su paso.
7 El SEÑOR es bueno; es refugio en tiempos difíciles y protector de los que acuden a él.
8 Pero a sus enemigos los destruye por completo, como una gran inundación, y los perseguirá hasta llevarlos a la oscuridad.
9 ¿Qué hacen algunos tramando planes contra el SEÑOR? Él desbaratará esos planes y se asegurará de que no surja nuevamente la hostilidad.