10 Ahora está desolada, destruida, devastada. El corazón de la gente se derrite de miedo, las rodillas tiemblan de temor, se siente un vacío en el estómago y las caras palidecen.
11 ¿Qué se hizo ahora la que se consideraba la cueva del león? El león, la leona y sus cachorros vivían allí sin ningún temor.
12 El león mataba a su presa para alimentar a las leonas y a sus cachorros. Llenaba de presas su cueva y de carne desgarrada su guarida.
13 El SEÑOR Todopoderoso dice: «Aquí estoy en tu contra. Voy a prender fuego a tus carros de combate y los dejaré hechos humo. Mataré a espada a tus cachorros. No volverás a salir a cazar a nadie en la tierra; nadie escuchará de nuevo las noticias de tus mensajeros».