9 El gobernador Nehemías, el sacerdote y maestro Esdras, y los levitas que estaban enseñando dijeron a todos: «Este día es sagrado para el SEÑOR, su Dios. No lloren ni estén tristes». Esto lo decían porque todo el pueblo lloraba escuchando las palabras de Dios en la ley.
10 Esdras les dijo: «Vayan, coman una cena, beban vino dulce y denle una parte a aquellos que no tienen nada preparado porque este día es sagrado para nuestro SEÑOR. No estén tristes porque la alegría en el SEÑOR es su fortaleza».
11 Los levitas ayudaban al pueblo a calmarse diciéndoles: «Tranquilos, este día es sagrado, no se pongan tristes».
12 Entonces toda la gente se fue a comer, a beber, a compartir la comida y a celebrar con mucha alegría porque habían entendido las palabras que les habían explicado.
13 En el segundo día del mes los jefes de todas las familias, los sacerdotes y los levitas se reunieron con el maestro Esdras para estudiar las palabras de la ley.
14 Encontraron escrito en la ley lo que el SEÑOR ordenó a través de Moisés: que los israelitas debían vivir en chozas durante la fiesta del séptimo mes.
15 Además debían ir por todos los pueblos y por Jerusalén diciendo: «Salgan al monte y traigan ramas de olivo, de mirto, de palmeras y de cualquier árbol para hacer sus chozas tal como lo ordena la ley».