29 Tú les advertiste que regresaran a tu ley, pero ellos fueron necios y no obedecieron tus órdenes. Violaron tus leyes que son las que dan vida a quienes las obedecen. Ellos fueron tercos y desobedientes.
30 »Tú fuiste paciente con ellos durante muchos años y les advertiste por medio de tu Espíritu, a través de tus profetas. Pero ellos no escucharon, así que tú los entregaste a naciones extranjeras.
31 Pero gracias a tu bondad, no los destruiste por completo y no los abandonaste porque eres un Dios bueno y compasivo.
32 »Dios nuestro, Gran Dios, Dios poderoso y asombroso, bueno y leal, Tú que cumples tus promesas, no ignores todo el sufrimiento que hemos pasado nosotros, nuestros reyes, nuestros líderes, nuestros sacerdotes y todo tu pueblo desde los tiempos de los reyes de Asiria hasta hoy.
33 Tú has sido justo en hacer que nos sucediera todo lo que nos ha pasado. Tú tenías razón, nosotros estábamos equivocados.
34 Nuestros reyes, líderes, sacerdotes y antepasados se olvidaron de tu ley. Ellos no prestaron atención a tus mandamientos ni a las advertencias que les diste.
35 No se dedicaron a servirte ni siquiera cuando gobernaban, y disfrutaban de toda la prosperidad y de la tierra espaciosa y fértil que les diste. No te sirvieron ni se alejaron del mal.