8 Tú te diste cuenta de que él era fiel a ti y por eso hiciste un pacto con él. Prometiste darles a sus descendientes la tierra de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los ferezeos, de los jebuseos y de los gergeseos. Tú fuiste fiel a tu promesa porque eres justo.
9 »Tú viste el sufrimiento de nuestros antepasados en Egipto y escuchaste sus lamentos en el Mar Rojo.
10 Les diste señales y obraste milagros en contra del faraón, de sus servidores y de toda la gente de esa tierra porque sabías que ellos maltrataban a nuestra gente. Así te volviste famoso y aún lo sigues siendo.
11 Tú dividiste el Mar Rojo frente a ellos para que pudieran pasar caminando en medio de las aguas, sobre tierra seca. Arrojaste al mar a los soldados egipcios que los perseguían, y se hundieron como una roca en medio de aguas turbulentas.
12 Tú guiaste a tu pueblo con una nube durante el día y con una columna de fuego durante la noche para alumbrarles el camino que debían seguir.
13 »Tú bajaste al monte Sinaí y les hablaste desde el cielo. Les diste reglas justas, enseñanzas verdaderas, órdenes buenas y mandamientos.
14 Les hablaste de tu día de descanso: el sábado. Utilizaste a tu siervo Moisés para darles las órdenes, mandamientos y leyes.