6 »Mi pueblo está destruido porque no conoce a Dios. Ya que no quisiste conocer a Dios, yo tampoco te aceptaré como mi sacerdote. Como has olvidado la ley de tu Dios, yo también olvidaré a tus hijos.
7 Ellos se volvieron orgullosos y cada vez pecaban más y más contra mí. Así que yo cambiaré su gloria en desgracia.
8 »Los sacerdotes comen de las ofrendas para el pecado. Por eso les gusta cuando cada vez hay más pecados.
9 Al sacerdote le sucederá lo mismo que al pueblo: a todos los castigaré por sus pecados. A cada uno le daré lo que se merece por lo que ha hecho.
10 Ellos comerán, pero no quedarán satisfechos; se prostituirán, pero no tendrán hijos. Eso les sucederá por haber abandonado al SEÑOR.
11 »La prostitución, el vino y las bebidas fuertes quitan el buen juicio.
12 Mi pueblo pide consejos a unos pedazos de madera esperando que ellos les respondan. Al igual que las prostitutas, han sido infieles y han abandonado a su Dios.