1 Volvamos al SEÑOR. Él nos destrozó, pero nos sanará. Nos hirió, pero nos vendará la herida.
2 En dos días él nos volverá a dar la vida, y al tercer día nos pondrá en pie. Entonces podremos vivir en su presencia.
3 Esforcémonos por conocer al SEÑOR, hasta estar tan seguros en él como de que el amanecer llegará. Vendrá a nosotros como la lluvia, como el agua fresca que cae sobre la tierra».
4 «Efraín, ¿qué voy a hacer contigo? Judá, ¿qué voy a hacer contigo? La fidelidad de ustedes es como las nubes de la tarde o como el rocío de la mañana, desaparece rápidamente.