1 El SEÑOR detesta las balanzas falsas, pero aprueba las balanzas exactas.
2 Después del orgullo viene la humillación, pero la inteligencia está con los humildes.
3 A los justos los guía su honestidad; a los perversos los destruyen sus propios engaños.
4 El día del juicio las riquezas no servirán de nada, pero la justicia salva de la muerte.