1 El SEÑOR detesta las balanzas falsas, pero aprueba las balanzas exactas.
2 Después del orgullo viene la humillación, pero la inteligencia está con los humildes.
3 A los justos los guía su honestidad; a los perversos los destruyen sus propios engaños.
4 El día del juicio las riquezas no servirán de nada, pero la justicia salva de la muerte.
5 La justicia endereza el camino de la gente honesta, pero la maldad hace caer a los perversos.
6 El practicar la justicia salva al que es honesto; los que engañan quedan atrapados en su codicia.