9 para que no seas avergonzado ni algún extraño se quede con lo que trabajaste durante años;
10 para que ningún extraño se llene con tus bienes, ni vaya a parar a casa ajena el fruto de tu trabajo.
11 Al final de tu vida, estarás triste por haber arruinado tu salud y por haber perdido todo lo que tenías.
12 Entonces dirás: «¿Por qué no escuché a mis padres? ¿Por qué no escuché a mis maestros?
13 Me negué a ser disciplinado, me negué a ser corregido.
14 Ahora sufro casi la ruina total y soy juzgado ante toda la comunidad».
15 Bebe sólo el agua de tu propia fuente y no permitas que tu agua se derrame por las calles.