6 El capataz le contestó: —Esa es la joven moabita, la que vino con Noemí.
7 Me pidió que la dejara ir detrás de los trabajadores para recoger espigas. Vino aquí temprano en la mañana y hasta ahora no ha descansado ni un momento. Vive en esa casa que está allá.
8 Luego Booz le dijo a Rut: —Escúchame, hija, tú no tienes que irte de este campo. Quédate aquí, cerca de las otras mujeres que trabajan para mí.
9 Fíjate bien hacia dónde se dirigen a recoger la cosecha y síguelas a esos campos. Les he ordenado a mis trabajadores que no te molesten. Si te da sed, entonces ve a tomar del agua de las jarras que beben los trabajadores. Ellos mismos las van a llenar.
10 Rut se postró rostro en tierra y le dijo: —Estoy sorprendida de que usted tan siquiera haya notado que estoy aquí. Soy una extranjera, ¿por qué es usted tan amable conmigo?
11 Booz le respondió: —Me han contado una y otra vez todo el bien que le has hecho a tu suegra después de que murió su esposo. Dejaste a tus padres y a tu patria para venir con ella a estar entre gente que no conocías.
12 ¡Que el SEÑOR te lo pague! Que el SEÑOR Dios de Israel te bendiga ricamente porque has venido a refugiarte bajo sus alas.