18 Si el pueblo de Egipto no sube a Jerusalén, de seguro caerá sobre ellos el castigo del SEÑOR.
19 Ese será el castigo para Egipto y para todas las naciones que no vengan a celebrar la fiesta de las Enramadas.
20 En ese tiempo hasta en las riendas de los caballos estarán escritas las palabras: «Propiedad sagrada del SEÑOR». Las ollas del templo del SEÑOR serán tan sagradas como los tazones que se colocan ante el altar.
21 Hasta el último plato de Jerusalén y de Judá será marcado con las palabras: «Propiedad sagrada del SEÑOR Todopoderoso». Todos los que ofrezcan animales como sacrificio vendrán al templo y en las ollas que hay allí hervirán sus alimentos reservados para el sacrificio. Ya no habrá más mercaderes en el templo del SEÑOR Todopoderoso.