14 Hijos, les escribo porque conocen al Padre. Padres, les escribo porque conocen al que siempre ha existido. Jóvenes, les escribo porque son fuertes; el mensaje de Dios vive en ustedes y han vencido al maligno.
15 No sigan amando al mundo ni a lo que hay en él. Si alguno ama al mundo es porque no tiene el amor del Padre.
16 Esto es lo malo del mundo: querer complacer los malos deseos; dejarnos atraer por lo malo que vemos y sentirnos orgullosos de lo que tenemos. Pero nada de eso viene del Padre, sino del mundo.
17 El mundo está llegando a su fin junto con los deseos que hay en él; pero el que hace lo que Dios quiere, vive para siempre.
18 Hijos, el fin está cerca. Y así como han escuchado que el enemigo de Cristo va a venir, han aparecido ahora muchos enemigos de Cristo; por esto sabemos que el fin está cerca.
19 Los enemigos de Cristo estaban entre nosotros pero se fueron, pues realmente no eran de los nuestros. Si ellos de verdad hubieran sido de los nuestros, se habrían quedado, pero se fueron y así demostraron que ninguno de ellos era realmente de los nuestros.
20 Cristo, el Santo, les dio a todos ustedes el don del Espíritu. Así que todos conocen la verdad.