5 Nos golpean y nos meten en la cárcel. Nos encontramos con gente que se enoja con nosotros y arma alborotos. Trabajamos duro y a veces no dormimos ni comemos.
6 Demostramos que somos siervos de Dios con nuestra vida limpia, nuestro entendimiento, nuestra paciencia y nuestra bondad. Lo hacemos por el Espíritu Santo, por nuestro amor sincero,
7 por nuestro mensaje verdadero y por el poder de Dios. Vivir con rectitud nos da las armas para defendernos de cualquier ataque.
8 Algunas veces nos respetan y otras veces nos ofenden; algunas veces nos alaban y otras nos insultan; algunos dicen que somos mentirosos, pero nosotros hablamos con la verdad.
9 Algunos nos tratan como a desconocidos, pero Dios nos conoce; algunos creen que nos estamos muriendo, pero miren, aún estamos vivos; nos han castigado, pero no nos han matado.
10 Parece que estuviéramos tristes, pero siempre estamos alegres; parecemos pobres, pero siempre estamos enriqueciendo espiritualmente a muchos; parece que no tuviéramos nada, pero en realidad lo tenemos todo.
11 A todos ustedes que viven en Corinto les hemos hablado con toda libertad y les hemos abierto nuestro corazón.