13 Cuando el dragón vio que lo habían arrojado a la tierra, comenzó a perseguir a la mujer que había dado a luz al niño.
14 Pero a la mujer se le habían dado las alas de una gran águila, y pudo volar al lugar que tenía en el desierto, donde sería protegida y estaría lejos del dragón durante tres años y medio.
15 El dragón arrojó agua por su boca, como si fuera un río para que la corriente arrastrara a la mujer.
16 Pero la tierra ayudó a la mujer, abriéndose y tragándose el agua que el dragón había arrojado.
17 El dragón se puso furioso con la mujer y se fue a pelear con el resto de sus hijos, que son los que cumplen los mandamientos de Dios y siguen dando testimonio sobre Jesús.
18 Y el dragón se quedó a la orilla del mar.