2 La bestia era como un leopardo con patas de oso y boca de león. El dragón le dio a la bestia su poder, su trono y gran autoridad.
3 Una de las cabezas de la bestia parecía que había recibido una herida mortal; pero fue curada, lo que tenía al mundo entero asombrado, y seguía a la bestia.
4 Adoraban al dragón por haberle dado su poder a la bestia y también adoraban a la bestia y decían: «¿Quién es tan poderoso como la bestia, como para poder pelear contra ella?»
5 Se le permitió a la bestia decir palabras llenas de orgullo para insultar a Dios y se le dio poder para ejercerlo durante cuarenta y dos meses.
6 La bestia empezó a insultar a Dios, a decir cosas en contra de su nombre, del lugar donde vive y de los que viven en el cielo.
7 La bestia recibió el poder de pelear contra el pueblo santo de Dios y de vencerlo. Recibió poder sobre cada familia, raza, lengua y nación.
8 A la bestia la adorarán todos los que viven en la tierra y que no tengan sus nombres escritos, desde la creación del mundo, en el libro de la vida del Cordero que fue sacrificado.