8 Su crin era como el cabello de las mujeres, y sus dientes como los de los leones.
9 Tenían corazas como corazas de hierro, y sus alas sonaban como carros llevados por caballos que corren a la guerra.
10 Tenían colas con aguijones, parecidas a las de los escorpiones, en las que llevaban el poder de hacer sufrir a la gente durante cinco meses.
11 El rey de las langostas era el ángel del abismo. Su nombre en hebreo es Abadón y en griego es Apolión.
12 El primer gran desastre ya pasó, pero aún faltan por venir dos más.
13 El sexto ángel tocó la trompeta y oí una voz que venía desde los cuatro cuernos del altar de oro que está ante Dios.
14 La voz le dijo al sexto ángel que tenía la trompeta: «Deja libres a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates».