11 Dios nos eligió por medio de Cristo para ser su pueblo, tal como ya lo tenía planeado, pues él actúa de manera que todo lo que suceda salga de acuerdo con su voluntad.
12 Nosotros los judíos ya estábamos esperando al Cristo desde hace tiempo. Fuimos elegidos para alabarle por su grandeza,
13 y esto mismo sucede con ustedes: oyeron el mensaje de la verdad, o sea, las buenas noticias de su salvación y creyeron en Cristo. Por medio de él, Dios les puso el sello del Espíritu Santo que había prometido.
14 El Espíritu es un adelanto que se nos da como garantía de que recibiremos lo que Dios prometió. La promesa de Dios llegará cuando se complete nuestra liberación para que alabemos a Dios por su grandeza.
15 Por eso, desde que supe que ustedes tienen fe en el Señor Jesús y que aman a todo el pueblo de Dios,
16 siempre los recuerdo en mis oraciones y ruego a Dios por ustedes.
17 Ruego que Dios, el Padre glorioso de nuestro Señor Jesucristo, les dé el Espíritu, fuente de sabiduría, quien les revelará la verdad de Dios para que la entiendan y lleguen a conocerlo mejor.