4 Fíjense en la gran importancia que tenía Melquisedec: Abraham mismo, nuestro gran antepasado, le dio la décima parte de todo el botín de guerra.
5 Ahora tengamos en cuenta lo que dice la ley. La ley manda que los sacerdotes descendientes de Leví reciban la décima parte de los ingresos del propio pueblo. Los sacerdotes recogen esta cuota a pesar de que ellos y el pueblo son descendientes de Abraham.
6 Melquisedec no era descendiente de Leví, pero de todos modos recibió esa décima parte como ofrenda de Abraham. Melquisedec bendijo a Abraham, el hombre que tenía las promesas de Dios.
7 Todos saben que el más importante bendice al menos importante.
8 Los sacerdotes reciben la décima parte, pero ellos son simples mortales; sin embargo, se da testimonio de que Melquisedec sigue viviendo.
9 Leví recibe una décima parte como ofrenda de la nación, pero podría decirse que Leví le dio a Melquisedec su décima parte por medio de Abraham.
10 Cuando Melquisedec conoció a Abraham, Leví no había nacido, pero su semilla ya existía en su antepasado Abraham.