23 se quedó un tiempo. Después recorrió las regiones de Galacia y Frigia, consolidando a todos los nuevos seguidores del Señor.
24 Un judío de Alejandría llamado Apolos llegó a Éfeso. Tenía buena educación y sabía mucho de las Escrituras.
25 Apolos había recibido instrucción en el Camino del Señor, y cada vez que hablaba de Jesús lo hacía con mucho fervor. Lo que él enseñaba acerca de Jesús era correcto, pero sólo conocía el bautismo de Juan.
26 Apolos empezó a hablar libremente en la sinagoga. Cuando Priscila y Aquila lo escucharon, lo llevaron aparte y le explicaron mejor el camino de Dios.
27 Apolos quería ir a la región de Acaya y los creyentes lo animaron a hacerlo. Escribieron a los seguidores de allá para que lo recibieran bien. Cuando llegó allí, ayudó mucho a los que habían creído gracias al generoso amor de Dios.
28 Apolos tuvo un debate público con los judíos y los derrotó porque demostró vigorosamente con las Escrituras que Jesús es el Mesías.