10 Así continuó durante dos años, de manera que todos los de la región de Asia, judíos o griegos, escucharon el mensaje del Señor.
11 Dios hacía grandes milagros por medio de Pablo.
12 Por ejemplo, algunos se llevaban paños y ropa que Pablo había usado para ponerlos sobre los enfermos y al hacerlo, sanaban y los espíritus malignos salían de ellos.
13 Pero unos judíos que andaban por ahí expulsando espíritus malignos, trataron de usar el nombre del Señor Jesús para expulsarlos. Les decían a los espíritus: «Por el mismo Jesús, el que anuncia Pablo, les ordenamos que salgan de ahí».
14 Ellos eran los siete hijos de Esceva, un sumo sacerdote.
15 Pero una vez un espíritu maligno les dijo: «Yo conozco a Jesús y sé quién es Pablo, pero ¿quiénes son ustedes?»
16 Luego, el hombre que tenía el espíritu maligno les cayó encima y los atacó con tanta violencia que salieron corriendo de la casa, desnudos y heridos.