2 En Pátara encontramos un barco que iba a la región de Fenicia y nos embarcamos en él.
3 Navegamos cerca de la isla de Chipre, que estaba a la vista por la parte norte, pero no nos detuvimos. Seguimos a la región de Siria y nos detuvimos en la ciudad de Tiro, porque el barco tenía que descargar allí.
4 En Tiro encontramos a algunos seguidores del Señor y nos quedamos con ellos siete días. Por medio del Espíritu Santo, ellos le advirtieron a Pablo que no fuera a Jerusalén.
5 Cuando terminamos nuestra visita, nos fuimos de allí y continuamos nuestro viaje. Todos los seguidores, incluso sus esposas y sus hijos, vinieron a las afueras de la ciudad para acompañarnos y para despedirse. Nos arrodillamos sobre la playa y oramos.
6 Entonces nos despedimos y subimos al barco, y ellos regresaron a sus casas.
7 Continuamos nuestro viaje desde Tiro y fuimos a la ciudad de Tolemaida. Allí saludamos a los creyentes y nos quedamos con ellos un día.
8 Al día siguiente partimos hacia la región de Cesarea. Fuimos a la casa de Felipe y nos quedamos con él. Felipe, uno de los siete ayudantes, se dedicaba a anunciar la buena noticia de salvación.