14 Sin embargo, yo sí confieso lo siguiente: adoro al Dios de nuestros antepasados. Soy un seguidor del Camino, al que ellos llaman una secta. Creo en todo lo que la ley enseña y en todo lo que está escrito en los libros de los profetas.
15 Yo espero de Dios lo mismo que los judíos. Espero que todos los seres humanos, buenos o malos, resuciten de la muerte.
16 Por eso siempre trato de hacer lo que creo que es correcto ante Dios y ante la gente.
17 »Estuve lejos de Jerusalén por algunos años y regresé a traerles ayudas a los pobres de mi nación y a hacer ofrendas.
18 En eso, me vieron en el templo terminando la ceremonia de purificación. No había ninguna multitud ni desorden.
19 Algunos judíos de Asia estaban allí. Son ellos son los que deberían estar aquí acusándome, si es que tienen algo en mi contra.
20 O que digan los que están aquí qué delito cometí cuando me presenté ante el Consejo en Jerusalén.