3 Le pidieron a Festo el favor de enviar a Pablo a Jerusalén. En realidad querían tenderle una emboscada a Pablo en el camino y asesinarlo.
4 Pero Festo les respondió que Pablo estaba detenido en Cesarea y que él mismo iría allí muy pronto.
5 Dijo: —Algunos de sus líderes pueden venir conmigo a Cesarea y acusarlo si consideran que ha cometido algún delito.
6 Festo se quedó en Jerusalén como ocho o diez días y luego regresó a Cesarea. Al día siguiente, Festo se sentó en el tribunal y ordenó que le trajeran a Pablo.
7 Cuando Pablo se presentó, los judíos que habían venido de Jerusalén lo rodearon. Presentaron muchos cargos graves en su contra, pero no los podían probar.
8 Pablo se defendió diciendo: —No he hecho nada malo en contra de la ley de los judíos, ni en contra del templo ni en contra del emperador.
9 Pero como Festo quería quedar bien con los judíos, le preguntó: —¿Quieres ir a Jerusalén para que yo te juzgue allí por esto?