7 Los hombres que viajaban con Saulo estaban ahí, sin poder decir ni una sola palabra. Oían la voz pero no veían a nadie.
8 Saulo se levantó del suelo, pero cuando abrió los ojos no veía nada. Entonces lo llevaron de la mano a Damasco.
9 Estuvo allí tres días sin ver y no comió ni bebió nada.
10 En Damasco había un seguidor llamado Ananías. El Señor le dijo en una visión: —Ananías. Y él le respondió: —Aquí estoy, Señor.
11 El Señor le dijo: —Levántate, ve a la calle Derecha y busca la casa de un hombre llamado Judas. Allí pregunta por Saulo de Tarso. Él está orando y
12 tuvo una visión donde un hombre llamado Ananías se le acerca y le impone las manos para que recobre la vista.
13 Ananías le respondió: —Señor, muchos me han contado todo el mal que él ha hecho en Jerusalén contra tu pueblo santo.