29 Mojaron una esponja en el vinagre de un frasco que había ahí. La colocaron en una rama de hisopo y se la acercaron a la boca.
30 Jesús bebió el vinagre y dijo: —Todo está cumplido. Entonces inclinó su cabeza y murió.
31 Era día de preparación para la Pascua, y los cuerpos no debían estar en las cruces en día de descanso. Entonces los líderes de los judíos le pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que quitaran los cuerpos de las cruces.
32 Después llegaron los soldados y les quebraron las piernas al primer hombre y al otro que habían crucificado con él.
33 Pero cuando se acercaron a Jesús vieron que ya estaba muerto, así que a él no le quebraron las piernas,
34 sino que uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua.
35 El que lo vio da testimonio de esto y su testimonio es verídico. Sabe que dice la verdad para que ustedes también crean.