7 Entonces el seguidor al que Jesús quería mucho le dijo a Pedro: —¡Es el Señor! Al oír que era el Señor, Simón Pedro se vistió, pues se había quitado la ropa para trabajar, y se tiró al agua.
8 Pero los otros seguidores llegaron a la orilla en el bote, arrastrando la red llena de pescados. No estaban muy lejos de la orilla, sólo como a cien metros.
9 Cuando llegaron a tierra, vieron encendida una hoguera hecha con carbón. Había pescado y pan encima.
10 Jesús les dijo: —Traigan algunos pescados de los que acaban de pescar.
11 Simón Pedro fue al bote y arrastró la red llena de pescados: ciento cincuenta y tres. Aunque estaba muy pesada, no se rompió.
12 Jesús les dijo: —¡Vengan y desayunen! Ninguno de los seguidores se atrevió a preguntarle quién era, pero sabían que era el Señor.
13 Jesús fue, tomó el pan y se los repartió. Hizo lo mismo con el pescado.