76 »En cuanto a ti, hijito mío, te llamarán profeta del Dios Altísimo. Irás delante del Señor para prepararle el camino.
77 Tú le anunciarás a su pueblo que él los salvará por medio del perdón de sus pecados.
78 »Porque por el amor y la compasión de Dios, nos mandará del cielo un nuevo día.
79 Iluminará a los que viven en la oscuridad atemorizados por la muerte. Su luz guiará nuestros pasos hacia el camino que lleva a la paz».
80 El niño crecía y se fortalecía espiritualmente. Vivió en el desierto hasta el día en que se presentó ante el pueblo de Israel.