5 ¡No! Pero les digo que si ustedes no cambian su manera de pensar y de vivir, morirán también como ellos».
6 Entonces les contó esta historia: «Un hombre tenía una higuera en su viñedo y un día fue a ver si tenía higos, pero no encontró nada.
7 Entonces le dijo al encargado del viñedo: “He venido tres años seguidos a ver si esta higuera tiene higos, pero nunca los he encontrado. Por eso, córtala. ¿Para qué desperdiciar ese pedazo de tierra?”
8 El encargado le respondió: “Patrón, déjela aquí por un año más. Déjeme cultivarla y ponerle abono.
9 Entonces si el próximo año tiene frutos, la dejamos allí, pero si no tiene frutos, la puede mandar cortar”».
10 El día de descanso, Jesús estaba enseñando en una de las sinagogas.
11 Allí había una mujer que tenía un espíritu de enfermedad que la había tenido lisiada ya por dieciocho años. Andaba encorvada y no se podía enderezar nada.