2 También vio a una viuda pobre que estaba dando dos pequeñas monedas de cobre como ofrenda.
3 Entonces Jesús dijo: —En verdad les digo que esta pobre viuda dio más que todos los demás.
4 Porque todos ellos dieron de lo que les sobraba, pero ella, a pesar de su pobreza, entregó todo lo que tenía para vivir.
5 Algunos de los seguidores estaban hablando de que el templo estaba adornado con piedras hermosas y ofrendas,
6 pero Jesús dijo: —Llegará la hora en que todo lo que ven aquí será destruido. No quedará piedra sobre piedra, todo se vendrá abajo.
7 Los seguidores le preguntaron a Jesús: —Maestro, ¿cuándo va a suceder esto? ¿Cuál será la señal para saber que está a punto de ocurrir?
8 Jesús dijo: —¡Tengan cuidado! No permitan que nadie los engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre y dirán: “Yo soy el Mesías” y “Ha llegado la hora”, pero no los sigan.