9 Herodes le hizo muchas preguntas, pero Jesús no le respondió ninguna.
10 Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley estaban allí, acusándolo con insistencia.
11 Herodes y sus soldados lo trataban con desprecio. Burlándose de él, le pusieron ropa lujosa y lo enviaron de nuevo a Pilato.
12 Antes Herodes y Pilato habían sido enemigos, pero desde ese día se hicieron amigos.
13 Pilato llamó a los jefes de los sacerdotes, a los líderes y al pueblo,
14 y les dijo: —Ustedes me trajeron a este hombre de quien dicen estaba inquietando al pueblo, pero lo juzgué delante de todos ustedes y no lo encontré culpable de ninguno de los delitos de que lo acusan.
15 Ni tampoco Herodes porque nos lo envió de vuelta. Miren, no ha hecho nada que merezca la muerte.