8 Jesús le contestó: —Está escrito: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él”.
9 Entonces el diablo llevó a Jesús a Jerusalén y lo puso en lo más alto de un extremo del área del templo, y le dijo: —Si eres el Hijo de Dios, tírate abajo desde aquí,
10 porque está escrito: “El mandará a sus ángeles acerca de ti para que te cuiden”,
11 y “Sus manos te rescatarán para que ni siquiera te lastimes los pies contra las piedras”.
12 Jesús le contestó: —Dicho está: “No pongas a prueba al Señor tu Dios”.
13 Cuando el diablo había intentado todo, lo dejó hasta una próxima oportunidad.
14 Jesús regresó a Galilea con el poder del Espíritu; toda la gente de esa región hablaba muy bien de él.