2 Luego los mandó a anunciar el reino de Dios y a sanar a los enfermos,
3 diciéndoles: —No lleven nada para el camino: ni bastón, ni bolsa, ni alimentos, ni dinero ni un cambio de ropa.
4 Quédense en la casa a donde lleguen hasta que se vayan del pueblo.
5 Si no les dan la bienvenida en un pueblo, sacúdanse el polvo de los pies a manera de advertencia para ellos.
6 Entonces los seguidores de Jesús salieron y fueron por todos los pueblos anunciando la buena noticia y sanando a la gente en todas partes.
7 Herodes, el gobernador, se enteró de todo lo que estaba pasando. Quedó confuso porque algunos decían que Juan había resucitado de entre los muertos,
8 otros que Elías había aparecido, y otros que era uno de los antiguos profetas que había resucitado.