42 ¡Levántense y vámonos! ¡Miren, aquí viene el que me va a traicionar!
43 Mientras Jesús todavía estaba hablando, apareció de repente Judas, uno de los doce. Junto con él había mucha gente armada con espadas y garrotes. Todos ellos habían sido enviados por los jefes de los sacerdotes, los maestros de la ley y los ancianos líderes.
44 El que lo traicionaba les había dado una señal, diciéndoles: «Al que yo salude con un beso, ese es. Arréstenlo y llévenselo preso».
45 Así que Judas se acercó a Jesús y le dijo: —¡Maestro! Y le dio un beso.
46 Entonces agarraron a Jesús y lo arrestaron.
47 Pero uno de los que estaban junto a Jesús sacó la espada y le cortó la oreja a uno de los siervos del sumo sacerdote.
48 Jesús les dijo: —¿Es que yo soy un bandido para que ustedes vengan a llevarme preso con espadas y garrotes?