10 Jesús llamó a la multitud y le dijo: —Escuchen y entiendan:
11 No es lo que entra en la boca de alguien lo que lo vuelve impuro, sino lo que sale de ella.
12 Entonces sus seguidores se acercaron y le dijeron: —¿Te diste cuenta de que los fariseos se ofendieron por lo que dijiste?
13 Jesús les contestó: —Toda planta que mi Padre no haya sembrado con sus propias manos, será arrancada de raíz.
14 Así que déjenlos que se vayan. Ellos son ciegos que guían a otros ciegos y si un ciego es el guía de otro ciego, los dos se van a caer en un hoyo.
15 Entonces Pedro le dijo: —Explícanos lo que les dijiste antes a los fariseos.
16 Jesús dijo: —¿Es que ustedes tampoco entienden?