8 Jesús les dijo: —Moisés escribió ese mandamiento debido a la terquedad de ustedes, pero en el principio Dios no permitió el divorcio.
9 Entonces les digo que el que se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio. La única razón para que un hombre se divorcie y se case de nuevo es si su esposa le ha sido infiel.
10 Luego sus seguidores le dijeron: —Si así es la situación entre marido y mujer, entonces es mejor no casarse.
11 Jesús les dijo: —No todos aceptan esta enseñanza, sino aquellos a quienes Dios ha permitido entenderla.
12 Hay hombres que no pueden casarse porque nacieron sin poder tener hijos. Otros no se pueden casar porque otras personas han hecho que ellos no puedan tener hijos. Finalmente hay hombres que deciden no casarse para dedicarse al reino de Dios. El que sea capaz de aceptar esta enseñanza, que la acepte.
13 Después trajeron algunos niños a Jesús para que les impusiera las manos para bendecirlos y orara por ellos, pero los seguidores los regañaron.
14 Entonces Jesús les dijo: —Dejen que los niños vengan a mí. No se lo impidan porque el reino de Dios es de los que son como ellos.