10 Cuando ellos vieron la estrella, se alegraron muchísimo.
11 Entraron en la casa y vieron al niño con María, su mamá; y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y sacaron unos regalos para él: oro, incienso y mirra.
12 Después, Dios les dijo en un sueño que no volvieran a donde estaba Herodes, así que regresaron a su país por otro camino.
13 Después de que los sabios se fueron, un ángel del Señor se le apareció a José en un sueño y le dijo: «Levántate y huye a Egipto con el niño y su mamá. Quédate allá hasta que yo te diga, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo».
14 Entonces José se levantó y se fue durante la noche con el niño y la mamá a Egipto.
15 Se quedó allá hasta que Herodes murió. Esto sucedió para que así se cumpliera lo que había dicho el Señor por medio del profeta: «De Egipto llamé a mi hijo».
16 Cuando Herodes se dio cuenta de que los sabios de oriente lo habían engañado, se enojó muchísimo. Así que tomó en cuenta los cálculos que había averiguado de los sabios y mandó matar a todos los niños varones menores de dos años en Belén y sus alrededores.