6 “Y tú, Belén, de la tierra de Judá, eres importante entre los gobernantes de Judá, porque de ti saldrá un gobernante que guiará como un pastor a mi pueblo Israel”.
7 Entonces Herodes llamó a los sabios y se reunió en secreto con ellos. Averiguó el tiempo exacto en que había aparecido la estrella.
8 Luego los mandó a Belén y les dijo: —Vayan y averigüen todo lo que puedan acerca de ese niño y, cuando lo sepan todo, avísenme para que yo también pueda ir a adorarle.
9 Ellos oyeron al rey y se fueron. La estrella que habían visto salir iba delante de ellos hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño.
10 Cuando ellos vieron la estrella, se alegraron muchísimo.
11 Entraron en la casa y vieron al niño con María, su mamá; y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y sacaron unos regalos para él: oro, incienso y mirra.
12 Después, Dios les dijo en un sueño que no volvieran a donde estaba Herodes, así que regresaron a su país por otro camino.