3 El rey envió a sus siervos para que les dijeran a los invitados que vinieran, pero los invitados no querían ir.
4 Envió otra vez a otros siervos y les dijo: “Díganles a los invitados que todo está listo, que se mataron las reses y los animales engordados. Todo está preparado. ¡Que vengan a la boda!”
5 Pero los invitados no hicieron caso. Uno se fue a trabajar en su tierra, otro se fue a sus negocios y
6 otros ataron a los siervos del rey, los torturaron y los mataron.
7 El rey se enfureció, envió a sus soldados y ellos mataron a los asesinos y quemaron su ciudad.
8 Entonces el rey les dijo a sus siervos: “La boda está lista, pero los que se invitaron no la merecían.
9 Vayan, pues, a las esquinas de las calles e inviten a todo el que encuentren para que venga”.