6 otros ataron a los siervos del rey, los torturaron y los mataron.
7 El rey se enfureció, envió a sus soldados y ellos mataron a los asesinos y quemaron su ciudad.
8 Entonces el rey les dijo a sus siervos: “La boda está lista, pero los que se invitaron no la merecían.
9 Vayan, pues, a las esquinas de las calles e inviten a todo el que encuentren para que venga”.
10 Los siervos salieron a los caminos. Reunieron a todos los que pudieron encontrar sin importar que fueran buenos o malos y el salón se llenó de invitados.
11 »Cuando el rey vino a verlos, vio a un hombre que no estaba vestido con ropa como para ir a una boda.
12 El rey le dijo: “Amigo, ¿cómo hiciste para entrar aquí sin estar vestido con ropa adecuada para una boda?” Pero el hombre se quedó callado.