26 Te digo la verdad: no saldrás de allí hasta que hayas pagado hasta el último centavo.
27 »Ustedes han oído que se dijo: “No cometas adulterio”.
28 Pero ahora yo te digo que si alguno mira a una mujer con el deseo de tener relaciones sexuales con ella, en su mente ya ha cometido pecado con ella.
29 Así que si tu ojo derecho te hace pecar, sácalo y tíralo. Es mejor que pierdas parte de tu cuerpo a que todo el cuerpo sea echado al infierno.
30 Y si tu mano derecha te hace pecar, córtala y tírala. Es mejor que pierdas parte de tu cuerpo a que todo el cuerpo sea echado al infierno.
31 »También se dijo antes: “Cualquiera que se divorcie de su esposa, debe darle un certificado de divorcio”.
32 Pero ahora yo digo que el hombre que se divorcie de su esposa, a no ser en caso de pecado sexual, hace que ella cometa adulterio. El hombre que se case con una mujer divorciada también está cometiendo adulterio.