7 Afortunados los que tienen compasión de otros, porque Dios también tendrá compasión de ellos.
8 Afortunados los que tienen corazón puro, porque ellos verán a Dios.
9 Afortunados los que se esfuerzan por conseguir la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10 Afortunados los que son maltratados por practicar la justicia, porque el reino de Dios les pertenece.
11 »Cuando la gente los insulte, los persiga y hable mal de ustedes por seguirme, sepan que son afortunados a los ojos de Dios.
12 Pónganse contentos y alégrense porque van a recibir una gran recompensa en los cielos. Así también fue como maltrataron a los profetas que vivieron antes de ustedes.
13 »Ustedes son la sal de la tierra, pero si la sal pierde su sabor, ¿cómo podría volver a ser salada? Ya no sirve para nada sino para ser tirada y pisada por la gente.