16 »Cuando ayunen, no pongan cara de tristeza como los hipócritas que ponen caras afligidas para que la gente vea que están ayunando. Les digo la verdad: ellos ya han recibido su recompensa.
17 Pero tú cuando ayunes, arréglate bien y lávate la cara
18 para que así no se den cuenta de que estás ayunando. Así sólo lo verá tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre que ve todo lo que se hace en secreto, te dará tu recompensa.
19 »No guarden tesoros para ustedes aquí en la tierra, donde la polilla y el óxido los dañarán, y donde los ladrones entran a robárselos.
20 Más bien, guarden tesoros para ustedes en el cielo donde ni la polilla ni el óxido los dañarán y donde los ladrones no pueden entrar a robárselos.
21 Pues donde esté tu tesoro, allí estará tu corazón.
22 »La lámpara del cuerpo son los ojos. Si miras a otros con ganas de ayudarles, todo tu cuerpo estará lleno de luz.